Las importantes mejoras en la nutrición y en la atención veterinaria han permitido que los gatos vivan cada vez más. En la década pasada el número de gatos mayores de 10 años aumentó en un 15% en Estados Unidos, y lo mismo parece estar sucediendo en el Reino Unido. Los gatos mayores de 10 años se consideran geriátricos, pero la mayoría de ellos vivirán todavía en buenas condiciones hasta los 14 años o más. EFECTOS DEL ENVEJECIMIENTO Al igual que ocurre con las personas, el envejecimiento cambia el funcionamiento del organismo.
REVISIONES GERIÁTRICAS Los gatos mayores deberían visitar regularmente al veterinario para evaluar su estado general. La mayoría de clínicas veterinarias disponen de medios para llevar a cabo un chequeo geriátrico básico para evaluar los problemas de corazón, tiroides, boca, medición de la tensión, etc. También es posible que le recomienden efectuar análisis de sangre para comprobar el funcionamiento del riñón, hígado y tiroides, así como recuento de células sanguíneas (hemograma). CONSEJOS PARA LA ALIMENTACIÓN Los gatos mayores tienden a beber menos, por lo que es preferible que se les proporcione una dieta húmeda (latas) con alto contenido en agua. A los gatos que sólo aceptan la comida seca se les pueden ofrecer pequeñas cantidades de golosinas tipo galleta, que podrían ayudar a combatir el sarro dental. Disponer de una bandeja para el gato en el interior de la casa nos puede ayudar a controlar la micción y la defecación del gato, pues el envejecimiento puede causar algunos problemas en estas funciones corporales. Algunos animales deberían ser alimentados con dietas especiales de prescripción veterinaria; por ejemplo, es frecuente que los gatos mayores tengan disminuida su función renal y las dietas con bajo contenido en proteínas y fósforo les resultan beneficiosas. ¿CÓMO PODEMOS HACER SU VIDA MÁS CONFORTABLE? Aunque muchos gatos envejecen sin problemas y no necesitan tratamientos especiales, apreciarán que su entorno sea más confortable. Los gatos mayores deben tener un lugar de descanso cálido y resguardado de corrientes de aire donde puedan dormir sin ser molestados. A menudo los gatos mayores disfrutan estirándose y las hamacas especialmente diseñadas para ser colgadas de radiadores son muy populares. Los problemas musculares y articulares les dificultan subir a las sillas, por lo que se les pueden facilitar banquetas o escabeles que actuarán como peldaños de una escalera. Las mantas eléctricas pueden ser de gran ayuda para los gatos realmente frioleros. ENFERMEDADES FRECUENTES La insuficiencia renal es una de las enfermedades más frecuentes en el gato geriátrico. Otras enfermedades que también se diagnostican con frecuencia son las de origen hormonal (diabetes, hipertiroidismo – exceso de producción de hormonas tiroideas-), hipertensión, tumores, enfermedad periodontal, artritis e infecciones como la provocada por el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV). Las enfermedades del hígado y del riñón pueden limitar la capacidad del animal para metabolizar los medicamentos. La mayoría de ellos se eliminan del organismo a través de los riñones y el hígado, así que los problemas en estos órganos pueden provocar niveles excesivos de los medicamentos en la sangre, pudiendo alcanzar incluso niveles tóxicos, especialmente si el animal está deshidratado. La elección del medicamento y la dosis a administrar estarán limitadas por estas razones. ¿ES MUY VIEJO MI GATO? Es posible que su gato conserve un aspecto juvenil aunque de hecho sea ya un gato geriátrico.
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